10.11.06

“Rompan la Ola” (Ana dixit)


Charlando después de clase con Ana y Pato (para los que no los conocen, dos docentes del taller) dio la sensación de que una vez más se está mirando el mar desde la orilla, estudiando la marea, sin más que mojarse los pies. Es hora que pasemos a la acción, que nos mojemos, que nos demos cuenta cuán profundo era, que nos tropecemos con un pozón y que tengamos la sensación de estar a punto de ahogarnos pero que finalmente encontremos el famoso “banco”. Ahí estaremos de nuevo con el agua en los tobillos, pero no será la orilla… ya voy a haber pasado por todo un trecho arduo pero provechoso.
El asunto es tirase.
De nada sirve nadar en un mar de dudas y quedarse en el relato verbal de un partido conceptual, si no me lanzo a realizar piezas.
Tampoco sirve tener un partido conceptual si no me ayuda a comunicar lo que ofrece la empresa / institución. Qué necesidad tengo de mostrar gráficamente un concepto si el que lo ve no va a entender qué le están ofreciendo, ni siquiera quién lo está haciendo.

Pensar en complejo, pero resolver simplificado.
Está bien pensar en complejo... atacando a la problemática desde todos los ángulos posibles mediante una estrategia bien trabajada. Pero inmediatamente después de eso, seguramente habrá que simplificar para poder expresarlo.
Remontándonos al ejercicio afiche, por ejemplo, no es casual que los mejores resultados hayan sido los que tenían un background conceptual fuerte, pero con una resolución simplificada, sintética y pregnante.

Haciendo equilibrio entre lo hermético y lo literal.
Nosotros como diseñadores gráficos nos movemos en un campo gris que se comprende entre lo literal y lo hermético.
Entendemos como “hermético” a aquello que digo y que sólo yo, (y nadie más que yo) puede decodificar.
En cuanto a lo “literal” nos referimos a la comunicación llana, directa, lineal y que no le exige nada al destinatario para que la decodifique, que no interactúa con el (una releída al texto de Baxandall “El ojo de la época” no vendría mal).
Entonces, no ser literal, pero tampoco aferrarme a algo que creo excepcionalmente retórico pero que termina siendo totalmente hermético.

Maldito concepto.
Más de uno habrá dicho.. “maldito concepto”. Error! El concepto es una guía, una idea rectora que me AYUDA a transmitir de una manera interesante lo que ofrece la empresa. Más aún en esta instancia de Sub-sistema en la que el partido conceptual me debe dar una apertura tal, que se pueda elaborar un sub-concepto, sin dejar de verse emparentado a la instancia anterior.

No purgar el history.
Es fundamental que a la hora de resolver un sistema de identidad institucional tengan presente todo lo que se hizo en el año. No por nada este es el ejercicio de cierre. Acá se está abarcando todo lo que vieron en la cursada. Es por eso que si plantean en su estrategia que la realización de un afiche es indispensable, entonces esa pieza indefectiblemente tiene que ser un afiche. Tiene que hablar con códigos de afiche: debe tener impacto visual, tiene que gozar de pregnancia y síntesis. No puede ser que a esta altura del año se definan piezas según el “tamaño que tengan”. No puede ser que el parámetro de afiche sea que esté impreso en 50 x 70 y pegado en vía publica. Lo mismo va a para el resto de las piezas que se planteen, ya sean editoriales, intervenciones urbanas / stencils. Inclusive, si elijo apropiarme de algún género, debo recordar cuales son esas cuestiones temáticas y estilísticas que lo definen como tal, para saber utilizarlas en mi sistema sin calcar al genero textualmente, sino mas bien, resignificándolo y aportándole una impronta propia.

Mapa de entrega
Cerrando un poco este sermón, sería bueno que los que aún lo hicieron, piensen un “organigrama del sistema” como si fuera un mapa de entrega que se componga de todas las piezas, justificadas, y habiendo pensado “qué” quiero decir en cada pieza, a “quién” y en “qué contexto” (no es lo mismo una aficheta de subte que una invitación entregada bajo puerta).
Esto tiene que ver, inicialmente con cranear todo lo que conlleva la actividad de la empresa / institución. Ponerme en el lugar del usuario, y del empresario al mismo tiempo para entender cómo funciona esto que hace la empresa. Qué ofrece, cómo lo hace, para qué lo hace.
Una vez entendido eso pongo en la cancha a los objetivos de comunicación. Con ellos voy a tener bien claro lo que quiero decir a lo largo del sistema. Seguramente sean más de una “cosa” las que quiera decir. Si es así, las jerarquizo. Pienso qué es mas importante y porqué. Entonces eso lo acentúo y le destino más desarrollo.
Cómo lo acentúo? Estrategia. Ahora que se lo que quiero decir, empiezo a mover estratégicamente todas las fichas en simultaneo para que lo que digo, quede lo mas claro posible. Determino qué tipo de piezas voy a necesitar, de qué medios me voy a valer para distribuirlas, a quién le voy a hablar y qué quiero decir o enfatizar en cada pieza.

Finalmente, el acabado visual. Este último paso no es menor. Se está terminando el 2º año de la carrera y se espera que se aplique todo lo aprendido en el año. Damos por sentado que habrá ajuste tipográfico, un buen manejo de lenguaje gráfico, de tensiones en el campo y un pulido laburo cromático, que seguramente han ido adquiriendo en Tipografía y Morfología.

Así que como dije antes: pensar en complejo, resolver simplificado, y a romper la ola.


x Julián Martín.

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