11.8.06

Lectores

El lector de nuestra publicación no existe. Lo vamos a construir en el mismo acto de poner a trabajar nuestros enunciados visuales. No es el referido a través de un perfil. Esos datos ayudan tanto como la estadística colabora en la formulación de una apuesta en un juego de azar. A veces contribuye, pero nunca determina. Ese lector no tiene nada que ver con un receptor. No hay nadie allí, en actitud bovina, esperando nuestra publicación. Si tratamos de cumplir con aquello que (supuestamente) nuestro lector espera, sólo replicaremos fórmulas.
Mientras desarrollamos el partido, podemos recrear la mirada con distintos ambientes bellamente amoblados con tipografía, como la revista Baseline.